lunes, 12 de octubre de 2015

robot que juega ping pong

El robot 'pingpong' devuelve la pelota a un lugar para facilitar el retorno por el jugador oponente.
Foto: AFP
El robot 'pingpong' devuelve la pelota a un lugar para facilitar el retorno por el jugador oponente.
¿Ganas de jugar al ping pong, pero no hay rival a mano? Ningún problema, ahora se puede apelar a un robot gigante, como el que se exhibe en el salón electrónico Ceatec de Tokio, junto a gafas inteligentes o un GPS táctil, entre otros insólitos ‘gadgets’.
Esta cita obligada para los tecnófilos nipones se celebra hasta el sábado, y con sus aparatos de todo tipo es una ventana hacia el futuro. El robot jugador de ping pong es más bien intimidante: una máquina en forma de trípode, parecida a una manta religiosa, y capaz de jugar sin interrupción y sin fallar, o casi.

El robot "evalúa la trayectoria y la velocidad de la pelota al analizar el movimiento del jugador que tiene ante sí", y tras proceder a sabios cálculos "restituye la pelota a un determinado lugar que facilite su devolución" y la continuación del juego, explica su inventor, el grupo japonés Omron.
La idea no es comercializar este robot, sino "simbolizar la nueva relación hombre-máquina", añade. Este aparato futurista tiene la misma función que esas sorprendentes ‘pom pom girls’ robóticas presentadas en el salón.

¿Ganas de jugar al ping pong, pero no hay rival a mano? Ningún problema, ahora se puede apelar a un robot gigante, como el que se exhibe en el salón electrónico Ceatec de Tokio, junto a gafas inteligentes o un GPS táctil, entre otros insólitos ‘gadgets’.
Esta cita obligada para los tecnófilos nipones se celebra hasta el sábado, y con sus aparatos de todo tipo es una ventana hacia el futuro. El robot jugador de ping pong es más bien intimidante: una máquina en forma de trípode, parecida a una manta religiosa, y capaz de jugar sin interrupción y sin fallar, o casi.

El robot "evalúa la trayectoria y la velocidad de la pelota al analizar el movimiento del jugador que tiene ante sí", y tras proceder a sabios cálculos "restituye la pelota a un determinado lugar que facilite su devolución" y la continuación del juego, explica su inventor, el grupo japonés Omron.
La idea no es comercializar este robot, sino "simbolizar la nueva relación hombre-máquina", añade. Este aparato futurista tiene la misma función que esas sorprendentes ‘pom pom girls’ robóticas presentadas en el salón.

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